No sé cuántas cabezas había ese día en Corferias. Si te cansabas caminando, bastaba con alzar los pies y dejarte llevar por el río de gente, como pasa en los conciertos. Más o menos así de impresionante fue la asistencia a la Feria del Libro de este año. Libros y autores en contacto directo con sus lectores..
Nosotros tuvimos un espacio para hablar y compartir historias dibujadas, compartir algo de nuestro proceso de creación. Todo en un pequeño instante que se convierte en algo grande y motivante porque reta la actitud silenciosa de quien dibuja y permite que los ojos grandes de quienes leen nuestros dibujos tengan un poco más de información sensible sobre el proceso.
Mis gracias van para usted que lee esto, para IDARTES que permite que exista el taller de narrativa gráfica, para Pablo Guerra y Diana Sarasti que lo dirigen con tremenda calidez y para los compañeros y compañeras que disponen tiempo y manos para crear y mantener viva la llama de las historias y los garabatos.
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